miércoles, 11 de abril de 2012

Enfermedades de transmision sexual y sus consecuencias

Las enfermedades de transmisión sexual se refieren al grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten por contacto sexual.
Se contagian de persona a persona a través del contacto de una membrena mucosa afectada con otra membrana mucosa sana, o a través de de una herida en la piel.
Estos tejidos cuentan con las condiciones ideales para que la infección se desarrolle y se transfiera, un medio húmedo y cálido.
El riesgo de contraer una de estas enfermedades crece en el momento que no se utiliza un método preventivo como el preservativo, que es el único aticonceptico que previene las ETS. El no conocer la historia sexual de la persona con la que se mantiene la relación sexual es otro riesgo que se previene con el uso del preservativo, siempre que haya un contacto vaginal, anal u oral.
Pueden afectar repetidamente ya que no generan inmunidad y no cuentan con vacunas en la actualidad.
Algunas de ellas pueden ocasionar lesiones graves y permanentes, como ceguera, esterilidad, trastornos psicológicos..., por lo que es importante el conocimiento del cuerpo para detectar sus síntomas a tiempo.
Al ser los síntomas más difusos y en ucasiones inexistentes en la mujer, son junto a los recién nacidos el grupo de población más vulnerable. Entre ulos 15 y los 30 años se da el 85% de los casos en la mujer.
La escasa información sexual y el desconocimiento de sus síntomas, unido a que estos a veces se ocultan o no son facilmente detectables, son algunos de los motivos por los que se propagan con tanta facilidad. A esto se suma que en ocasiones se ocultan, por vergüenza y por ser vistas como algo obsceno y reprobable.
Los microorganismos implicados pueden ser bacterias, vírus, hongos o parásitos, que como se comentaba antes, se desarrollan facilmente en medios con las condiciones de los genitales y otras zonas del cuerpo como la garganta.
Algunas infecciones no muestran síntomas, son poco evidentes o se confuden con otras afecciones:
  • La uretritis: inflamación de la uretra que puede acompañarse, pero no siempre, de escozor al orinar y de secreciones purulentas.
  • La epididimitis: inflamación del epidídimo.
  • Lesiones ulceradas: no siempre dolorosas (por herpes, sífilis...)
  • La vulvovaginitis: inflamación de la vagina y vulva en ocasiones no muy evidente.
Otras infecciones si muestran sus sintomas de forma más evidente:
  • La cervicitis: inflamación del cuello del útero.
  • La proctitis: inflamación del recto acompañada de dolor, picor, secreción mucosa, extreñimiento...
  • Parásitos: como ladillas, sarna, que provocan un picor intenso.

La Gonorrea

Es una enfermedad venérea muy contagiosa que afecta a un alto número de personas en nuestro país.
Se conoce también como gonococcia o blenorragia, es causada por una bacteria con forma de grano de café denominada gonococo que se desplaza por los conductos de los órganos urinarios y genitales (uretra y cuello del útero).
Puede transmitirse de unas personas a otras durante todas las etapas que de su desarrollo. Suele ser más persistente y difundirse más entre las mujeres que en los hombres, al ser en ellas más asintomática, sólo un 20% mostrará los síntomas.
Los síntomas no siempre se muestran, pero suelen aparecer entre los tres dias a tres semanas desde su contagio.

Síntomas

En hombres: secreción purulenta por el pene, que con el tiempo se va haciendo más fina y cremosa. Sensación de escozor al orinar.

En mujeres: leve aumento de la secreción vaginal. Sensación de escozor al orinar. Dolores abdominales y sensación de cansancio.

Complicaciones

En hombres: dolores, primero en el pene y luego en las ingles. Esterilidad o estrechamiento de la uretra. Infecciones en articulaciones o en otros tejidos.
En mujeres: enfermedad inflamatoria pélvica. Infección en las trompas de falopio, ovarios y/o área pélvica. Esterilidad debido a la cicatrización de los tejidos.
La gonorrea también puede difundirse del pene a la garganta mediante el sexo oral. Pueden no darse los síntomas, tener dolor de gargánta o las glándulas inflamadas. La boca no proporciona el medio adecuado para el desarrollo de la bacteria.
A menudo, la gonorrea se confunde en los hombres con la uretrítis, en la que también se dan supuraciones. Es importante averiguar la enfermedad real porque los tratamientos varían.
Una mujer embarazada con la enfermedad, sin seguir el tratamiento adecuado, puede contagiar al niño durante el parto, cuando pasa por el canal de nacimiento
Existe riesgo entonces de que el niño muestre una conjuntivitis gonocócica que puede provocar una ceguera permanente.
En la actualidad todos los niños con riesgo al contagio de la enfermedad, son tratados con nitrato de plata o unas gotas de penicilina.
El tratamiento para la gonorrea consiste en dosis altas de penicilina u otros antibióticos en caso de existir alergia al primero, como la tetraciclína.
El tratamiento no es sencillo debido a la capacidad que la bacteria de la gonorrea tiene para aumentar su resistencia a la penicilina. En la actualidad se conocen lo menos 2000 clases de esta enfermedad que resisten a la penicilina.
Es nesario seguir controlando la enfermedad después del tratamiento, ya que en ocasiones pueden desaparecer los síntomas sin que la enfermedad se haya curado.

La sífilis

Se trata de una enfermedad sexual de fácil transmisión y consecuencias, en caso de no haber tratamiento, muy graves.
Se conoce también con el nombre de chancro o póstula. Su causa es una bacteria con forma de espiral denominada espiroqueta que una vez que ha entrado en el cuerpo por contacto sexual, desarrolla la enfermedad en tres etapas diferenciadas por sus síntomas:

Primera etapa (de una a doce semanas tras su contagio):

Se produce un chancro con aspecto de ampolla o herida abierta, generalmente indolora. Suele aparecer entre los 9 y 90 días después de que la bacteria haya entrado en el cuerpo, en la zona de los genitales, aunque también se puede manifestar en los dedos, boca, pechos y ano.
En esta etapa es muy contagioso y puede difundirse con facilidad.
En ocasiones no es visible al darse en el interior del cuerpo, lo que dificulta su diagnóstico. La herida desaparecerá a las 5 semanas, siendo o no tratada durante esta primera etapa.

Segunda etapa (de una a 6 meses después):

Se pueden producir erupciónes cutáneas en pecho, espalda o extremidades.
Se pueden hinchar los nódulos linfáticos en cuello, axilas, íngles...
Se puede tener fiebre, dolor de garganta, malestar general...
Pueden caerse mechones de pelo y aparecer regiones inflamadas cerca de los genitales y el ano.
Esta es la etapa más contagiosa de la enfermedad,con lo que puede difundirse con un simple beso, al estar la bacteria en todas las heridas sifilíticas abiertas en cualquier parte del cuerpo.
Algunos síntomas desaparecen o son tan leves que no se perciben, manteniéndose la bacteria en el organismo.

Tercera etapa (de tres a más años, 10-20, tras el contagio):

Sintomas:

  • Úlceras en la piel y órganos internos.
  • Artritis.
  • Pérdida de sensibilidad en brazos y piernas.
  • Dolores e incapacidad (lesiones en corazón, médula...).
Posibles complicaciones:
  • Lesiones en el corazón y vasos sanguíneos, dando lugar a fallos cardiacos.
  • Lesiones cerebrales y en la médula espinal con el riesgo de parálisis.
  • Transtornos psíquicos como demencia.
De cada 100 personas con la enfermedad que no siguen tratamiento, 23 morirán o quedarán incapacitados en esta última etapa de la enfermedad.
El tratamiento de la sífilis, como el de la gonorrea, precisa de antibióticos como la penicilina o tetraciclina, en dosis más bajas pero administradas durante un mayor periodo de tiempo.
Es importante hacerse por lo menos dos análisis de sangre tras el tratamiento, para asegurar su efectividad.
En sus dos primeras etapas, la sífilis puede ser curada en su totalidad con el tratamiento adecuado. En la tercera etapa los síntomas pueden detenerse.
Durante el embarazo la bacteria puede ser transmitida al feto, atacándolo de forma similar al adulto. El niño puede nacer muerto o con importantes tejidos deformados o enfermos.
Si la madre comienza el tratamiento antes con su curación antes de las 18 semanas de embarazo, probablemente no se vea afectado el feto.

La herpes

Se trata de una enfermedad poco común, provocada por un virus conocido como Herpes Simplex, tipo 2.
Se transmite por contacto sexual, vaginal, anal-genital u oral, aunque no necesariamente en todos los casos
Se extiende con mucha facilidad en las mujeres, aumentando con el contagio el riesgo de cáncer de útero, y en caso de embarazo puede haber aborto o parto prematuro.
Si el recién nacido se contagia durante el nacimiento, puede morir o sufrir serios daños cerebrales.
Los síntomas se manifiestan de la siguiente manera:
En la mujer: heridas dolorosas que se asemejan a ampollas o sarpullidos. Se acompañan de picores e inflamaciones. Suelen aparecer durante el día 2 y 21 tras la infección, durando alrededor de 2 0 3 semanas.
Aparecen en los genitales externos, cerca del ano, los muslos o las nalgas. También se dan, en ocasiones, en el interior de la vagina e incluso en el cuello del útero, donde no son tan dolorosas.
Otros síntomas son la fiebre, nódulos linfáticos hinchados y síntomas parecidos a los de la gripe, además de dolor al orinar.
En el hombre: síntomas parecidos pero que se darán en el pene o cerca del ano.
Aún cuando los síntomas desaparecen algo antes del mes, el virus se encuentra en estado latente, perido durante el cual no es contagioso.
A menudo reaparece cuando decae el estado de ánimo y bajan las defensas, lo que hace al organismo más suceptible de la reaparición de los síntomas.
El diagnóstico se hace según la apariencia de las heridas que se confirma por el análisis de laboratorio.
No se conoce un tratamiento eficaz, aunque el uso de algunos medicamentos alivia los síntomas, con anestesias superficiales o analgésicos orales.
Es recomendable en el caso de las mujeres hacerse una citología anual.

Chlamidia

La causa de esta enfermedad de transmisión sexual es una bacteria que afecta a la uretra y al cuello del útero.
Se transmite por contacto de las mucosas de la vagina, boca ojos, uretra o recto.
Su manifestación consiste en los siguientes síntomas:
En el hombre: secreción por el pene que en un principio es transparente, para pasar luego a una textura cremosa.
Frecuente necesidad y a veces dolor al orinar.
En mujeres: secreción vaginal, dolores en el bajo vientre.
Estos síntomas son más reconocibles en el hombre que en la mujer y en ocasiones son difíciles de detectar. Además son muy similares a los de la gonorrea.
De no tratarse pueden darse complicaciones:
En el hombre: esterilidad, inflamación de los conductos espermáticos.
En la mujer: inflamación pélvica, obstrucción de las trompas de Falopio y esterilidad.
Se trata con antibióticos, siendo la tetraciclina el más eficaz en la actualidad.

Condiloma

Se trata de una enfermedad vírica, que se transmite por contacto sexual en la mayoría de los casos.
Los síntomas a veces no aparecen en los hombres y se manifiestan en unas verrugas, que no duelen, entre el primer y tercer mes desde el contagio, generalmente en la parte inferior de la abertura vaginal, dentro de la vagina, en el cuello del útero, alrededor del ano o en los labios vaginales, en el caso de las mujeres.
En los hombres suelen aparecer en el ano, el glande o bajo el prepucio y más raramente en el tallo del pene y en el escroto.
El tratamiento consiste en métodos como el láser, fármacos, electrocoagulación, crioterapia (se exponen a bajas temperaturas) o cirugía. Cuando están muy extendidas su tratamiento es más dificil.

Vaginitis o infección vaginal

En la vagina crecen y se desarrollan muchas bacterias que ayudad a mantener el ácido vaginal, evitando el crecimiento de hongos, micosis y otros organismos perjudiciales. Si este medio se ve alterado puede darse la multiplicación de estos microorganismos.
La alteración del ph de la vagina puede ser resultado de una disminución de las resistencias (a causa de otra infección o enfermedad, una mala dieta...), la toma de antibióticos, exceso de duchas, el consumo de la píldora anticonceptiva, heridas o irritaciones en la vagina, etc.
Los síntomas son picores, inflamación y secreción de la vagina.
Las infecciones vaginales más frecuentes son Trichonomas y Candidas:
El trichonomas se debe a un parásito protozoo que puede sobrevivir algunas horas en el medio exterior húmedo, como toallas, ropa interior. No obstante su transmisión más frecuente es por contacto sexual. Los síntomas son una secreción vaginal amarillenta y maloliente. Son causa de picores e irritación. Los hombres muestran pocos o ningún síntoma. Debido a que los tricomonas se desarrollan mejor en medios alcalinos, las duchas vaginales ácidas aplicadas a tiempo pueden detener la infección.
La Candidas se trata de un hongo que crece normalmente en cantidades inofensivas en el recto y en la vagina. Este hongo, en caso de infección, coloniza las mucosas húmedas y calientes, pudiendo transmitirse por objetos, ropas y contacto sexual. Los síntomas son un aumento de la secreción vaginal, que se vuelve blanca y espesa, acompañada a veces de picor.
En ambos casos el tratamiento médico es eficaz. Deben tratarse ambos miembros de la pareja.

El SIDA

El SIDA o Síndrome de inmunodeficiencia adquirida se trata de una enfermedad de transmisión sexual producida por el virus denominado Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Se manifiesta tras ocho o diez años de infección latente, mientras se va dando un deterioro del sistema inmunológico del organismo, haciéndolo susceptible a infecciones y procesos cancerosos resistentes a los tratamientos habituales.
Se dice que estas infecciones son “oportunistas” al aprovechar la debilidad y el descenso de la capacidad defensiva natural.
Las vías de transmisión del VIH son la sangre, el semen y flujo vaginal. Se transmite de unas personas a otras por distintas causas:
  • Por compartir agujas y jeringuillas.
  • Penetración vaginal, anal o relación oral con persona infectada sin uso de preservativo.
  • Puede transmitirse tanto de hombre a hombre, hombre a mujer, mujer a mujer como de mujer a hombre.
  • Puede transmitirse de madre infectada al feto o hijo durante el embarazo, parto o lactancia
  • Puede transmitirse por transfusiones o inoculación de sangre infectada o derivados sanguíneos.
  • Puede transmitirse por instrumental quirúrgico contaminado o material punzante no esterilizado.
No se conoce ningún tratamiento que cure la enfermedad; por el momento está en investigación.
Como prevención se recomienda el uso de preservativos y evitar el intercambio de los fluidos corporales antes mencionados cuando exista una tendencia sexual variada.